viernes, 23 de enero de 2015

¿Cuándo me volví tan cómoda?

     Eso me preguntaba un día caminando bajo la lluvia y pensando que podría estar en casa ¿podría estar en casa?
     Por una de esas cosas de la vida tenía que hacer un trayecto de 10 cuadras a pié, pues no había colectivo que me alcanzara, faltando 4 para llegar pensé que ya había hecho más de la mitad del recorrido, y cuando de esas 4 hice 2 (o sea la mitad) pensé menos mal que no se largó a llover más fuerte ya que de haber acontecido eso, las cuadras se hubieran hecho eternas; por suerte eso no pasó y cuando llegué a destino lo único que tuve que pedir prestado fueron unas ojotas.
     ¿Cuándo nos volvimos tan cómodos de no querer salir un día de lluvia porque nos vamos a mojar? Y entonces nos privamos de disfrutar del encuentro con otras personas. de los colores intensos...
     Por eso, doblé la apuesta y provista con el atuendo correspondiente, salí a sacar fotos y a ver con qué me encontraba











Juguetes perdidos

Canchas de fútbol vacías

Reflejos





No soy la única