El MALBA y sus veredas invadidos por Yayoi Kusama, contagiando su obsesión infinita a las personas que fueron a la muestra.
Ya subiendo se podía ver a la gente impregnada de puntos de diversos colores.
Continuaba abajo, para mí que había comenzado por arriba...
Desenfrenado pegote de los asistentes a la muestra
Por supuesto también aproveché para recorrer otras salas que había en el museo, a mi gusto, un poco más interesantes, tal vez por la variedad...